La
palabra “Criminología” deriva del
latín criminis y del griego logos que significa el tratado o el
estudio del crimen. El primero en usar la palabra Criminología fue Paul Topinard
en 1883. A partir de aquí su definición
ha sufrido diferentes variaciones como por ejemplo las utilizadas en 1885 por
Garafola, que la definió como la ciencia del delito. O Von Liszt y Mezger como
la ciencia que tiene por objeto la indagación, la etiología criminal.
Hoy en
día entendemos la Criminología como aquella ciencia multicisplinaria que
estudia el crimen entendido como un fenómeno social e individual, incluyendo
las causas y las consecuencias que se derivan, el comportamiento criminal y su
impacto en la legislación.
Al
mismo tiempo estudia a la víctima y su
proceso. Basa sus fundamentos en otras disciplinas como la sociología,
psicología, antropología y otras, apoyándose indirectamente en el derecho penal
y otras ciencias forenses. Aunque el carácter autónomo de la Criminología, se
lo da la utilización del método científico empírico para la formulación de sus
diferentes teorías.
Hay que
destacar también la confusión social que hay entre éste término y el de Criminalística.
Se entiende por Criminalística
aquel conjunto de técnicas y procedimientos de investigación cuyo objetivo es
el descubrimiento, la explicación y la prueba de los delitos, así como la
verificación de sus autores y víctimas.
Es por
eso que podemos decir que la criminología se encarga de profundizar en el
estudio del “porqué” mientras la criminalística estudia “el cómo, el cuándo y
el quién”.
Ésta
confusión lleva a conceptos erróneos, también apoyados por los medios de
comunicación y sobre todo en el mundo del cine y las series. ¿Cuántos de los
que estudiáis criminología habéis tenido que aclarar que NO SOIS CSI?
Hemos querido
crear este pequeño espacio para poder poner nuestro granito de arena al
conocimiento del estudio de la criminología y a la difusión de su verdadero
significado.