miércoles, 7 de diciembre de 2016

El sistema penitenciario en México


El sistema penitenciario en México, se ha regido siempre por una simple administración carcelaria basada en la reclusión del preso, como sanción a los hechos delictivos cometidos, más que por un sistema orientado a la readaptación de los sujetos. Aunque este término ha estado presente en las normas legales, nunca se ha cumplido tal finalidad, por las fallas en la política del sistema penitenciario.

Actualmente, en las cárceles mexicanas, cohabitan los procesados en situación preventiva, junto con los condenados. Debemos diferenciar que, los procesados en situación preventiva, aún se rigen por el principio de presunción de inocencia, siendo los condenados, los que ya poseen una sentencia firme.

Las principales deficiencias y problemas hallados en las cárceles mexicanas son las siguientes:

  •     Sobrepoblación en los centros penitenciarios
  •     Insuficiencia de los programas de prevención
  •     Deficientes programas de desintoxicación y adicción
  •     Pésimas condiciones higiénicas y de las instalaciones
  •     Insuficiente personal de seguridad y sin continuidad formativa
  •     Ejercitan las funciones de autoridad los propios reclusos de los centros
  •     Deficiente diferenciación de los internos procesados sin sentencia y los sentenciados
  •     Falta de actividad laboral dentro de la penitenciaría

La superpoblación, es el principal problema que existe además de las carencias en servicios de salud, alimentación y la continua violación de los derechos humanos. La deficiente inversión en el sistema penitenciario, ha provocado graves dificultades para conseguir el mantenimiento de los servicios y el adecuado equipamiento de los centros. Todo esto, junto con la ausencia de programas específicos, personal para llevarlos a cabo, unido a un aumento de la población carcelaria, ha ido creando cada vez más un grave deterioro de la situación que actualmente vive la población dentro de las instituciones penitenciarias.


Además, no debemos obviar la importancia de las organizaciones criminales y los cárteles de narcotráfico que están presentes dentro de las instituciones. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015, mencionaba los denominados “autogobiernos”, liderados por bandas criminales, destacando que hasta 73 penitenciarías,  son autogobernadas por los reos, proporcionando seguridad a otros presos y “gobernando” la prisión.


La Reforma  Consti­tucional del año 2008, denominada "Del Sistema Mexicano de Seguridad y Justi­cia" es donde los cambios empiezan a hacerse visibles, creando un sistema penitenciario donde el Estado empezará a formar parte de él, donde la reinserción tomará un nuevo lugar. No obstante, para que esto pueda hacerse realidad, la sociedad deberá colaborar impulsando programas y creando servicios para ayudar a la inserción de la población reclusa, una vez han cumplido su condena.


La desconfianza en los cambios, viene propiciada por los sucesos que ocurren en este país y que nos sugieren muchas preguntas y dudas acerca de la citada Reforma. Destacamos, por ejemplo, el ocurrido en el año 2009, en el que 53 reclusos, algunos miembros del cártel de los Zetas dedicado al narcotráfico y terrorismo, escaparon de la prisión de Cieneguillas. Se pudo observar, gracias a las cámaras de seguridad, como el personal funcionario se quedó parado ante una banda armada que huía de la cárcel. Ésto, les costó el encarcelamiento, pese a que no se supo si fue por complicidad con los reos o por intimidación de los mismos.


Otro suceso, fue el que sucedió en el año 2010, en el que guardias y oficiales de la prisión de Gómez Palacio en Durango, permitieron escapar a los prisioneros dejándolos libres, durante horas, para llevar a cabo determinados asesinatos. Incluso, les facilitaban los vehículos y las armas para su finalidad delictiva.


Y, no podemos terminar esta breve pincelada al sistema penitenciario, sin citar el caso de más relevancia mediática. El famoso Joaquín Guzmán conocido como “El Chapo”, fugado dos veces de un centro penitenciario de alta seguridad.



Ana Malla Lopez
Diplomada Superior en Criminología
Diplomada Superior en Investigación Privada
Perito Calígrafo Judicial
Estudiante de Neuroescritura


Web grafía

  • http://www.cmic.org.mx/comisiones/sectoriales/edificacion/Sistema%20Penitenciario%20Mexicano/conspdf.pdf
  • Entrevista al Dr. Antonio Sánchez Galindo, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias Penales.

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