lunes, 9 de noviembre de 2015

Grandes Asesinos de la Historia





Tres en 1: Ed Kemper

En California, la ciudad de Santa Cruz se convirtió en una ciudad mundialmente conocida como la “Capital Mundial del Asesinato”. Ello se debió, a que a principio de los años ’70 llegaron a operar en ella tres de los más famosos asesinos en serie estadounidenses. Una referencia de la Capital del asesinato aparece en la película Jóvenes ocultos (1987). 

En este artículo os hablaré del primero de ellos: Edmund Emil Kemper también conocido como el “El Asesino de las colegialas”, aunque también se ganó el apodo de “gigante asesino o el gigante mata-estudiantes” ya que llegó a medir más de dos metros de altura y pesar 135 kilos. Nació en California en 1948 y ya desde pequeño mostró un comportamiento sociopatológico. Torturaba y asesinaba a animales y representaba rituales sexuales con las muñecas de sus hermanas. 


Además, incluso confesó que para poder besar a una de sus profesoras, tendría que matarla.  

Su raro comportamiento hizo que su madre lo encerrara en el sótano a dormir por las noches por miedo a que violara a sus hermanas. 

Con 15 años de edad Ed mató a sus abuelos a tiros, cuando llegó la policía sus declaraciones fueron: "sólo quería ver qué se sentía al asesinar a los abuelos". 

Fue internado por las autoridades en un hospital de alta seguridad en Atascadero. En 1969, a pesar de la oposición de los psiquiatras, lo liberaron con 21 años, para ponerlo de nuevo al cuidado de su madre.

Hay que tener presente que Ed, no elegía sus víctimas al azar, sino que las sometía a un escrupuloso cuestionario que había preparando con anterioridad. Tenía una lista de características físicas y morales de sus futuras víctimas y era absolutamente necesario que éstas fuesen la imagen que tenía de las estudiantes que su madre le había prohibido frecuentar.

En los años siguientes, Ed se dedica a matar a jovencitas estudiantes. Algunas de ellas son apuñaladas, otras estranguladas, algunas violadas incluso después de muertas y a otras les corta la cabeza y desmiembra sus cuerpos. Se lleva los cuerpos a su casa donde las va enterrando en las inmediaciones de donde vive. 


 Finalmente Kemper acaba matando también a su madre a martillazos mientras dormía, antes de decapitarla y de violar su cadáver. Esa misma noche llama a una amiga de su madre y la invita a cenar, a la cual también golpea, estrangula y decapita.

Acabó entregándose a la policía, a la cual declaró que su objetivo principal había desaparecido, reconoce que lo que más deseaba era saborear su propio triunfo sobre la muerte de los demás y que esto actuaba sobre él como una droga, empujándolo a querer cada día más gloria en su victoria personal a la muerte.

El 7 de mayo de 1973 es acusado de 8 asesinatos en primer grado. Pidió la pena capital, pero al estar suspendida en Estados Unidos en aquel momento, recibió la cadena perpetua. Actualmente es uno de los presos de la Prisión Estatal de Vacaville, California. 

Otro de los asesinos de ésta ciudad fue Herbert Mullin, del que os hablaré la semana que viene, solo os adelanto que Mullin asesinó también a varias personas y que fue encerrado en la misma prisión que Ed en la celda contigua. E. Kemper incluso se enfadó con H. Mullin porque decía, que le robaba los sitios en los cuales descargaba sus cadáveres. Además, tres años después de estas olas de crímenes apareció nuestro tercer asesino de esta historia: John Linley Frazier, quién imitó al conocido asesino Charles Manson.

Como veis las historias de los asesinos para explicaros se me acumulan. De momento para las siguientes semanas os acabaré de relatar las historias de los dos asesinos que faltan en este trío: Herbert Mullin y John Linley. Dejaremos a Charles Manson para más adelante.


Cristina Cañamares Gordillo
Estudiante de Criminología UOC
Licenciada en Derecho
Diplomada en postgrado de Criminalística
Coadministradora “criminología de estar por casa”


Referencias

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