Primero de todo
quiero recalcar que esto no es más que una opinión propia y personal y que, lo
último que quiero es generalizar. Este es un artículo que escribí hace unos
meses en mi blog y, si hoy lo expongo, es porque sigo pensando lo mismo.
“He
de reconocer que es muy posible que vaya a tirar piedras sobre mi propio tejado
metiéndome en este tema, pero me desilusiona leer algunos artículos (por lo que
veo, muy de moda ahora) relacionados con el debate sobre a quién se le puede
llamar criminólogo y a quién no.
Que si los
primeros criminólogos tenían un título propio y eso no sirve de nada; que si
después podía estudiarse como licenciatura y ésta tiene infinidad de carencias;
que si el Ministerio de Educación reconoce que lo que
sirve es cursar el Grado y es lo que va a misa; que gracias a los Colegios de
Criminólogos que se están creando porqué ellos serán los filtros de la
justicia…
Respeto
todos y cada uno de los comentarios y artículos leídos aunque vinieran a decir
algo así como “Gracias por el camino que habéis abierto para nosotros y todo lo
que habéis aportado pero, dejad paso que ahora llegamos nosotros con nuestro
título oficial debajo del brazo”. No quiero frivolizar con este tema y menos generalizar,
porque hay muchas otras personas que no piensan así. Y a los que sí su opinión
es muy respetable también.
Como
siempre y como todo, para gustos los colores. Pero una vez más se reabre el
debate de la “titulitis”.
Vivimos en una época y sociedad en que parece que esta “titulitis” se impone ante el esfuerzo, el
reciclaje, la implicación y la humanidad (ahondar en los motivos sería un tema
aparte, cada uno tiene los suyos). Que te apasione algo y no tengas un título
no sirve; que quieras ayudar y no tengas un título no sirve; que quieras
avanzar sin un título no sirve de nada… Si optamos por una visión general de
todo lo que nos rodea, tener un título sólo nos certifica que hemos pagado por
unos estudios que hemos superado y colegiarnos significa que pagamos para
pertenecer a un colectivo con un título oficial (que también es importante, por
supuesto, pero ¿hasta qué punto?).
Estudiar
es lo más importante para obtener una base adecuada y unos conocimientos
básicos por los que empezar a crear un futuro, pero no sirve de nada si no te
apasiona lo que has estudiado, pones tu empeño en seguir indagando en tu campo
o pretendes hacer algo de provecho con las herramientas que tienes al alcance
de tu mano. ¿Cuántas ocasiones hemos acudido a algún profesional porque
necesitamos de sus servicios y nos hemos ido peor de cómo hemos entrado? ¿Cuántas
veces hemos acudido a la Administración y hemos pensado que sin habernos
movido de casa estaríamos en el mismo punto? ¿Por qué en la mayoría de sistemas
de elección de personal se opta por el mejor titulado? ¿O el que mejor pasa una
batería de test? ¿O el que mejor se defiende en una entrevista personal? Y así,
sucesivamente…
Bien
cierto es que cada puesto de trabajo exige unas condiciones y que, hay muchos
ejemplos de profesiones que sin un título no podrían ejercer ya que en sus
manos está la salud (física o mental) de nuestros ciudadanos, o parte de la
educación de nuestros hijos, o los ahorros de toda nuestra vida o nuestra
seguridad o lo que sea. Pero lo importante además de ser un buen profesional
(sea lo que sea a lo que te dediques y tengas un título oficial o un título de
plastilina) es la implicación, el esfuerzo y la pasión que pongas en lo que
haces. No podemos dejar que nos envuelva el halo de ser meros números en
multinacionales y no tan multinacionales aunque laboralmente nos eduquen así,
porque ese es el primer paso hacia el automatismo. En ocasiones tenemos que
dejar que algunos casos nos afecten porque es la prueba más fehaciente de que
seguimos siendo humanos y que todos, al fin y al cabo, acabaremos en un hoyo
similar, con más o menos flores, pero en un hoyo. Y todo esto es lo que debe
empujarnos a ser cada día mejores, no sólo por nosotros y nuestro bolsillo o
reconocimiento, sino sobretodo por los demás y más aquellos que nos dedicamos o
dedicaremos a alguna rama con un FIN SOCIAL.
Como
se dice en muchos casos: “Si quieres recorrer un camino rápido hazlo solo, pero
si quieres no perderte entre las adversidades que te pueda deparar hazlo
acompañado”. Y hay que tener en cuenta que ese mismo camino ya hay quien lo ha
hecho antes que nosotros, y lo ha hecho bien con lo que ha tenido a su alcance
en su momento, y que se esfuerza por mostrarnos lo que ha encontrado para que
nosotros vayamos prevenidos y que nos tiende su mano como trampolín para que
nosotros cojamos el relevo. No podemos centrar nuestros argumentos en un
Sistema Educativo que ha cambiado cada dos por tres y que sigue siendo nefasto
porque el título que hoy obtenemos nosotros mañana no puede servir para nada.
Hay que coger de la mano al que tienes al lado y caminar hacia un mismo lugar,
con tu esfuerzo y el suyo haciendo que funcione la maquinaria y el que no esté
dispuesto que se suelte. Hay que ofrecer facilidades a los que quieren seguir tirando
del carro y que sea su interés el que hable por ellos y no un trozo de papel
que ponga que es tal o cual.
Sé
que no muchos no verán la conexión entre un criminólogo y una ONG, pero cuando
hablo de este tema me viene a la mente un ejemplo que he vivido, si no en
primera persona, en segunda o en tercera… Es muy triste que alguien que quiera
enrolarse en una ONG para AYUDAR, tenga que ser médico o profesor o pedagogo o…
qué más da. Para mover un saco desde un camión al suelo no hace falta tener un
título, a veces ni siquiera fuerza. Para llevar unas camisetas a unos niños y
ponerse a jugar a fútbol no hace falta saber jugar. Para curar una herida o
poner una vacuna sí. Debemos recordarnos de vez en cuando que, para cualquier
tarea social lo importante es ser humano y ser consciente de que cada persona
tenemos nuestras limitaciones pero otros muchos valores y que cada uno tenemos
nuestro lugar y forma de desenvolvernos. Es verdad que la voluntad sola no
siempre lo soluciona todo pero ayuda”.
“Philosophum
non facit barba” (La barba no hace al filósofo)
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Angie
Muñoz Mejías
Estudiante
de Criminología UOC
Contacto:
anxineta@gmail.com
Twitter: @anxineta
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