jueves, 26 de febrero de 2015

La prueba de la verdad grafológica: o el polígrafo grafoescritural


De todos es conocido el método del polígrafo, aunque simplemente sea de ver el uso que en las películas norte americanas se hace de él como prueba ante un jurado; pero lo que no es tan conocido es que dos eminentes Psicografólogos españoles inventaron una prueba que opera a modo de polígrafo mediante un texto específico que se le da a escribir al sujeto para la ocasión. Los precursores de esta técnica, derivada de la Grafología Emocional de Honroth, son Francisco Viñals Carrera y Mari Luz Puente Balsells.

Antecedentes:

Honroth ya  había observado, especialmente en la escritura de los niños, que en muchas ocasiones habían ciertas alteraciones en la escritura que hacía sospechar que estaban impregnadas de cierta emotividad, sobre todo en palabras claves como padre, madre, hermanito... no se trataba de una inconstancia gráfica habitual sino de pulsiones del subconsciente en determinadas situaciones y circunstancias que el niño había cargado de emoción transformando su imagen en expresión escrita. Escribiendo por ejemplo la palabra “papá” muy grande y ascendente, expresando así un sentimiento euforizante; o por el contrario cualquier otra palabra de un tamaño mucho más pequeño, expresando así un sentimiento deprimente.

Esto le llevó a Honroth a realizar su Test Gestáltico Grafoescritural (TG2), creando así una verdadera especialidad dentro de la psicografología. La base de dicho test no es otra que la apreciación por parte del examinador de que cualquier debilitamiento o alteración del ritmo gráfico puede estar debida a que la coordinación fisioneuromuscular está alterada por un recuerdo de una vivencia no placentera o que haya causado algún tipo de choque emocional en el sujeto.

Pasos de la prueba y posibles usos:

Así mismo, los autores de esta técnica, empezaron a observar alteraciones en determinadas palabras o frases en cuestionarios de solicitud de empleo. Después de haber comprobado en numerosas ocasiones, en posteriores investigaciones,  que esas alteraciones que se interpretaban como signos deprimentes,  a priori,  correspondían  después a expresiones de una falsedad o abultamiento del currículum de los sujetos; los autores decidieron perfeccionar una técnica para comprobar a través de la Grafología la veracidad o mentira de los manuscritos. Para ello esta prueba criminalística necesita de un texto dictado que el sujeto no haya podido preparar  ni “repensar” con anterioridad haciendo que la escritura sea totalmente espontánea; siendo después analizado por el experto psicografólogo.

Imaginémonos, por un momento, que investigamos un robo en una empresa por alguno de sus empleados, en dicho caso, se  prepara un texto dictado en el que se explican los hechos ocurridos con un planteamiento genérico sin involucrar al escribiente directamente, luego se va introduciendo al sujeto paulatinamente vinculando sus sentimientos y más tarde, exculpándolo expresamente con el fin de provocar en el autor del hecho delictivo una alteración en las expresiones contrarias a la verdad, que sólo él conoce.
Habitualmente, las pulsiones del subconsciente provocan la alteración graficoescritural al estar describiendo espontáneamente unos hechos que no son aceptados interiormente como verdaderos y se pueden detectar en  palabras o ideas claves como por ejemplo “yo no he robado”, “yo no soy culpable” depresiones,  caídas de letras, agrandamientos o empequeñecimientos de las letras en referencia con todo el texto y otras alteraciones significativas como equivocaciones o repasados, etc... Para evitar el error por el nerviosismo o presión sobre el sujeto es conveniente que a su vez se disponga de escritura anterior del mismo, así mismo podremos analizar, además, su personalidad, tipo de temperamento y su carácter. 

Limitaciones:

El experto ha de saber diferenciar entre el verdadero vínculo culpabilizante y el sentimiento de la responsabilidad que puede aparecer en ciertas personas que creen  haber actuado de una forma negligente y no haber puesto todos los medios para evitar el hecho. En este caso es muy común encontrarse con alteraciones de tipo deprimente pero euforizante en las frases o ideas que expresan deseos de que se encuentre al autor o autores de los hechos y la solución de la situación. Pero sin duda la limitación más grande nos la encontraremos en el caso de los psicópatas que tienen nulo el sentimiento de la culpabilidad y que carecen de remordimiento alguno, haciendo inviable la prueba.

Aplicación del estudio:


Esta prueba se llevó a cabo con éxito dentro de las investigaciones que hicieron sus autores en la Sección de Inteligencia del Estado Mayor de la Región Pirenaica. De 180 casos estudiados se descubrieron 163 presuntos culpables, ratificados por otras pruebas aplicadas  (por detectives criminólogos o por el Grupo Operativo) de los 17 casos restantes no se detectaron culpable alguno, pero en estos no se tenía la certeza que el acto delictivo hubiera sido perpetrado por alguien perteneciente a la organización investigada.

Texto sin analizar


Texto analizado


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Sandra Fructuoso Andrés
Estudiante Criminologia UOC
Perito Caligrafo Judicial y Perito Psicografologico Judicial
Twitter: @sandyfran6
sandyfran6@gmail.com

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