De todos es conocido el método del polígrafo, aunque
simplemente sea de ver el uso que en las películas norte americanas se hace de
él como prueba ante un jurado; pero lo que no es tan conocido es que dos
eminentes Psicografólogos españoles inventaron una prueba que opera a modo de
polígrafo mediante un texto específico que se le da a escribir al sujeto para
la ocasión. Los precursores de esta técnica, derivada de la Grafología
Emocional de Honroth, son Francisco Viñals Carrera y Mari Luz Puente Balsells.
Antecedentes:
Honroth ya había
observado, especialmente en la escritura de los niños, que en muchas ocasiones
habían ciertas alteraciones en la escritura que hacía sospechar que estaban impregnadas
de cierta emotividad, sobre todo en palabras claves como padre, madre,
hermanito... no se trataba de una inconstancia gráfica habitual sino de
pulsiones del subconsciente en determinadas situaciones y circunstancias que el
niño había cargado de emoción transformando su imagen en expresión escrita.
Escribiendo por ejemplo la palabra “papá” muy grande y ascendente, expresando
así un sentimiento euforizante; o por el contrario cualquier otra palabra de un
tamaño mucho más pequeño, expresando así un sentimiento deprimente.
Esto le llevó a Honroth a realizar su Test Gestáltico
Grafoescritural (TG2), creando así una verdadera especialidad dentro de la
psicografología. La base de dicho test no es otra que la apreciación por parte
del examinador de que cualquier debilitamiento o alteración del ritmo gráfico
puede estar debida a que la coordinación fisioneuromuscular está alterada por
un recuerdo de una vivencia no placentera o que haya causado algún tipo de
choque emocional en el sujeto.
Pasos de la prueba
y posibles usos:
Así mismo, los autores de esta técnica, empezaron a
observar alteraciones en determinadas palabras o frases en cuestionarios de
solicitud de empleo. Después de haber comprobado en numerosas ocasiones, en
posteriores investigaciones, que esas
alteraciones que se interpretaban como signos deprimentes, a priori,
correspondían después a
expresiones de una falsedad o abultamiento del currículum de los sujetos; los
autores decidieron perfeccionar una técnica para comprobar a través de la Grafología
la veracidad o mentira de los manuscritos. Para ello esta prueba criminalística
necesita de un texto dictado que el sujeto no haya podido preparar ni “repensar” con anterioridad haciendo que
la escritura sea totalmente espontánea; siendo después analizado por el experto
psicografólogo.
Imaginémonos, por un momento, que investigamos un robo
en una empresa por alguno de sus empleados, en dicho caso, se prepara un texto dictado en el que se
explican los hechos ocurridos con un planteamiento genérico sin involucrar al
escribiente directamente, luego se va introduciendo al sujeto paulatinamente
vinculando sus sentimientos y más tarde, exculpándolo expresamente con el fin
de provocar en el autor del hecho delictivo una alteración en las expresiones contrarias
a la verdad, que sólo él conoce.
Habitualmente, las pulsiones del subconsciente provocan
la alteración graficoescritural al estar describiendo espontáneamente unos
hechos que no son aceptados interiormente como verdaderos y se pueden detectar
en palabras o ideas claves como por
ejemplo “yo no he robado”, “yo no soy culpable” depresiones, caídas de letras, agrandamientos o
empequeñecimientos de las letras en referencia con todo el texto y otras
alteraciones significativas como equivocaciones o repasados, etc... Para evitar
el error por el nerviosismo o presión sobre el sujeto es conveniente que a su
vez se disponga de escritura anterior del mismo, así mismo podremos analizar,
además, su personalidad, tipo de temperamento y su carácter.
Limitaciones:
El experto ha de saber diferenciar entre el verdadero
vínculo culpabilizante y el sentimiento de la responsabilidad que puede
aparecer en ciertas personas que creen
haber actuado de una forma negligente y no haber puesto todos los medios
para evitar el hecho. En este caso es muy común encontrarse con alteraciones de
tipo deprimente pero euforizante en las frases o ideas que expresan deseos de
que se encuentre al autor o autores de los hechos y la solución de la
situación. Pero sin duda la limitación más grande nos la encontraremos en el
caso de los psicópatas que tienen nulo el sentimiento de la culpabilidad y que
carecen de remordimiento alguno, haciendo inviable la prueba.
Aplicación del
estudio:
Esta prueba se llevó a cabo con éxito dentro de las
investigaciones que hicieron sus autores en la Sección de Inteligencia del
Estado Mayor de la Región Pirenaica. De 180 casos estudiados se descubrieron
163 presuntos culpables, ratificados por otras pruebas aplicadas (por detectives criminólogos o por el Grupo
Operativo) de los 17 casos restantes no se detectaron culpable alguno, pero en
estos no se tenía la certeza que el acto delictivo hubiera sido perpetrado por
alguien perteneciente a la organización investigada.
Texto sin analizar |
Texto analizado |
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Sandra Fructuoso Andrés
Estudiante Criminologia UOC
Perito Caligrafo Judicial y Perito Psicografologico Judicial
Twitter: @sandyfran6
sandyfran6@gmail.com
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