miércoles, 16 de noviembre de 2016

LA PREVENCIÓN EN EL YIHADISMO TERRORISTA, UNA ASIGNATURA PENDIENTE PARA LA CRIMINOLOGÍA

En esta Era de terrorismo global en la que vivimos, toda información y contra información nos sirve para luchar contra aquellos grupos extremistas que sólo buscan llevar la desolación y el caos a las calles.

El 11-S cambió el mundo y cambió la forma de enfrentarse al terrorismo. Con el ataque a las Torres Gemelas, consiguieron dos cosas esenciales para los terroristas, sembrar el terror (más de 3000 muertos y más de 6000 heridos) y, además, consiguieron la primera campaña publicitaria “en directo” para todo el mundo (desde ese día en todos los rincones del planeta, sabemos quién es Al Qaeda y quien es el Daesh, posteriormente). El 11-S cambio el mundo y cambió la forma de enfrentarse al terrorismo.

¿Y actualmente? ¿Cómo el Daesh ha conseguido el poder y el territorio mostrado al mundo? En lo que se refiere a las infraestructuras, sobre todo a nivel militar, los terroristas de Daesh según iban entrando y conquistando territorio en Iraq, iban recuperando todo el armamento que USA cedió a los iraquíes. A nivel de financiación, se hacían con el control de todos los depósitos bancarios del país, tanto internos como externos; ni que decir tiene que los depósitos internos eran bloqueados al 100% y pasaban automáticamente a las arcas terroristas y con los depósitos extranjeros, autorizaban la salida del país de estos previo pago estipulado de un tanto por ciento considerable. A esto hay que añadir la financiación que se obtiene a través del hawara, método ancestral usado por los terroristas para mover cantidades ingentes de dinero de un punto del planeta a otro pero con la característica de que el dinero nunca se mueve del país de origen al país de destino. Otras formas de financiación usada por los terroristas son a través del petróleo que controlan en las zonas conquistadas y a través del crimen organizado. 

Actualmente, nos encontramos con que la actividad terrorista, sobre todo en los países de occidente, ha pasado a manos de lobos solitarios o de pequeñas células terroristas, compuestas por 4-6 individuos, que son capaces de preparar todo un atentado por si solos sin contar con la ayuda de los verdaderos muyahidines. Sólo debemos de recordar el ataque de Niza o los ataques con explosivos ocurridos este septiembre pasado en la ciudad de NY.

Hoy en día, en la lucha contra el terrorismo yihadista existen tres factores extremadamente importantes: la contra narrativa, la desradicalización y la formación

Dentro de la contra narrativa, hablamos de la importancia que se tiene desde los medios de comunicación a los principales protocolos oficiales del Estado destinados a la prevención temprana de futuros radicalizados. En todos ellos encontramos el punto común de luchar por desmitificar las narraciones extremistas que estos grupos terroristas utilizan como “garras” para atrapar a futuros combatientes.

Por su parte la desradicalización sigue teniendo por objetivo desradicalizar la narrativa yihadista desde distintos puntos de vista como pueden ser la pérdida de legitimidad y la pérdida de credibilidad de ciertas “personalidades” dentro de la organización terrorista, como por ejemplo determinados lideres de Daesh o los terroristas que atentaron en París que profesaban una vida totalmente distinta a lo que dicta el Islam.

En cuanto a la formación, existen distintos protocolos a todos los niveles institucionales y políticos; es objetivo de estos protocolos prevenir y detectar procesos de radicalización violenta sectoriando el protocolo en tres niveles: Ejecución Penal, con especial atención a los reclusos yihadistas de los distintos centros penitenciarios, llevando a cabo un seguimiento y tratamiento individualizado de cada uno de ellos, además de estar vigilantes con posibles procesos de nueva radicalización dentro de los Centros Penitenciarios; Proximidad, con una importancia vital en la Policía de barrio que son las verdaderas conocedoras de la realidad social de los vecinos, los que verdaderamente ven los cambios que pueden tener los jóvenes del barrio; y, por último, Comunidad Educativa en donde docentes, Policía y Fiscalía de Menores trabajan codo a codo en el momento de identificar cualquier caso de severa radicalización.

Decir a modo de conclusión que la transversalidad del instrumento implica a otros actores como pueden ser los profesionales de los centros penitenciarios, responsables de Comunidades, y, por ejemplo, los criminólogos, sobradamente preparados multidisciplinarmente para actuar cuando las autoridades políticas de nuestro país se den cuenta del potencial que se está desperdiciando por no abrir las puertas a nivel Administrativo a la profesión de los Criminólogos.


Ramón M. Chippirrás - @rchippirras
Estudiante de 4º curso del Grado de Criminología en la Universidad Internacional de la Rioja - UNIR
Perito Judicial en Criminología
Representante de UNIR en la Sociedad Interuniversitaria de Estudiantes de Criminología – SIEC
Redactor Blog-CEDPC y Mediaré México

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