miércoles, 4 de noviembre de 2015

Museo del Crimen



APERTURA DEL MUSEO DEL CRIMEN 

DE SCOTLAND YARD


Scotland Yard es una de las fuerzas policiales más conocidas internacionalmente, por mucho que “Scotland” pueda parecer que hace referencia a una policía escocesa, no tiene nada que ver. El nombre se debe a la localización de su sede original, ya que estaba ubicada en la calle Great Scotland Yard, y su fama mundial se expandió aun más cuando el detective de ficción, Sherlock Holmes, lo llevó a las grandes pantallas por todo el mundo. 




Centrándonos ya de lleno en la noticia, sabemos que en el interior del edificio de la prestigiosa policía se puede encontrar el más antiguo y completo museo que alberga los elementos criminales más diversos y múltiples del mundo. “The Yard”, como también es conocida esta policía londinense, exhibe una macabra colección de armas homicidas y cualquier otro objeto utilizado en sus investigaciones de más resonancia, de las cuales hablaremos más adelante, pero podemos adelantar que se trata de casos tan sonoros como “Jack the Ripper”. 

Con ayuda de la policía Metropolitana de Londres y la oficina contra el crimen del Ayuntamiento de la ciudad, el museo de Londres será el encargado de organizar esta muestra fascinante, que aventuramos que estará abierta desde el 9 de Octubre de este año, por lo que para los impulsivos comentamos que ya  pueden salir corriendo hacia Londres, hasta el 10 de abril de 2016.

Como anticipo de la exposición, que cubrirá  140 años de historia criminal, desde 1875 hasta la actualidad, se reveló una selección de objetos o pruebas que reflejan la evolución del crimen y las tácticas policiales a lo largo del tiempo, explicó la comisaria Julia Hoffbrand.

Como parte de  nuestra modernización, queremos ser más abiertos a los ciudadanos, de ahí la idea de mostrar por primera vez las piezas de nuestro museo”, declaró el subcomisario de la MET, Martin Hewitt.



ORIGEN E HISTORIA DEL MUSEO DEL CRIMEN

El origen de este museo se remonta a 1869, cuando la promulgación de una ley permitió a las autoridades policiales británicas conservar las armas de los prisioneros. El  fin de esta medida era mejorar el armamento de los medios policiales, también aportar algo de valor a la didáctica de formación de los nuevos guardias e inspectores, y ya de paso, una ventaja más para retirar armas de la circulación colocándolas en el bando de “los buenos”. 

Cinco años después, este museo ya estaba preparado para realizar esa exposición, ya que había una cantidad suficiente como para su apertura, que repetimos una vez más era para el uso exclusivo de los investigadores o estudiantes y futuros policías, y así nació y permaneció, para su utilización interna.

Su popularidad, llevó al museo una gran fama y ganas de introducir las curiosas narices dentro, poder ojear que era lo que exactamente escondía tras sus altos muros. Entre ellos, un reportero del diario “The observer”, trató de conseguir la autorización que precisaba si quería verlo, pero no lo consiguió, y a modo de venganza lo denominó el Museo Negro, y así se le conoció durante décadas hasta que recientemente fue rebautizado como El Museo del Crimen, que esta vez, aunque temporal, si abrirá sus puertas al público.

Muchos de los que pasaron por allí por invitación privada fueron personajes como el  creador de Sherlock Holmes, el escritor Arthur  Conan Doyle, o el escapista Harry Houdini.


TESOROS DEL CRIMEN

Podemos contar con más de 600 objetos que Scotland Yard reveló por primera vez y expondrá en vitrina pública en Londres, parte de los que  forman la colección privada de la policía británica. Este museo alberga piezas del departamento donde Dennis Nilsen guardaba a sus víctimas descuartizadas, la cuerda que mató a Ruth Ellis (la última mujer en ir a la horca en Inglaterra), el primer telégrafo que permitió la captura del asesino conocido como DR. Crippen y pistas del célebre caso inglés Craig – Bentley, entre muchas otras.
 

 Según asegura la página web de Scotland Yard, allí podremos encontrar la pistola que Ruth Ellis utilizó para matar a sangre fría a su amante, la cuerda utilizada para ahorcar al criminal conocido por George Platts, datado de 1847.

Muchos más objetos nos invitarán a entrar de lleno en el mundo del crimen, como el caso de los Hermanos Stratton, dos ladrones que fueron condenados en 1905  gracias al pionero uso de las huellas digitales, de manera que se intensificó y mejoró la técnica de la investigación criminal. También veremos el violín de Charles Peace, un ladrón conocido como el Paganini moderno, que durante el día tocaba por las calles y luego robaba casas con una escalera plegable, finalmente fue ejecutado en 1879, tras matar al marido de su amante.

Algo que nos podría llamar mucho la atención es la bomba que los nacionalistas irlandeses colocaron en la estación londinense de Paddington en 1884 y que no estalló.

Del legendario Jack the Ripper, encontramos los apuntes de 1888 del detective Donald  Swanson, al cual citamos más adelante.


 También podremos encontrar una botella de champán de los autores del robo de 1963 encontrada en el escondrijo de Ronnie Biggs, el famoso atraco al tren de correos entre Glasgow y Londres, un ordenador calcinado de un reciente atentado terrorista  de  2007 en Glasgow cuando un terrorista empotró  un coche bomba en la terminal sin causar heridos (pese a que el ordenador  se encontraba en un avanzado estado de calcinación, la policía consiguió rescatar un 96% de información, lo que permitió vincular el suceso a dos coches comba hallaos el día anterior en Londres), un cojín para alfileres bordado en 1879 con su propio pelo por Annie Parker, una desgraciada mujer alcohólica detenida 400 veces, o el molde del rostro de Daniel Good, asesino ejecutado en 1872.


En muchas ocasiones, los periodistas nos hemos preguntado si habría algún motivo más para no permitir el acceso a cualquier persona, a lo que nos contestaron en alguna ocasión o pudimos averiguar que allí podríamos encontrar objetos que pudiesen herir severamente nuestra sensibilidad, o despertar con firmeza nuestra curiosidad y ganas de saber más, todo depende de cada cual. Hablamos de objetos como por ejemplo la mano amputada de un criminal, del cual no obtuvimos su identificación, llegada desde Alemania para su identificación dactilar.

Personalmente, sería de esas personas que si lo viera se quedase con ganas de más, en lugar de salir espantada al otro extremo de la sala. El crimen no está hecho para todo el mundo, y su estudio es lago ya mayormente peliagudo  y vulnerable.



EL MUSEO EN LA ACTUALIDAD

En sus galerías para los que han entrado y lo han descrito, podemos ver desde sogas para ajusticiar a los criminales doscientos años atrás hasta armas secretas ocultas en  paraguas o zapatos.


También incluye una amplia colección de pistas vinculadas al previamente citado asesino en serie, Jack el Destripador (o como se le conoce allí por sus macabras actuaciones, Jack the Ripper). Aventuramos que la familia del inspector que se ocupó del caso donó una carta que relaciona la identidad del asesino con Aaron Kosminski como responsable de la muerte de las cinco prostitutas de Whitechapel en 1888. Sin embargo, ya sabemos que nunca  hubo pruebas concluyentes ni suficientes como para incrimínalo en un juicio y el misterio siguió su cauce.
 
Continuando con la descripción del museo para los que estén interesados o los que no puedan ir a visitarlo durante el tiempo en que se permita las visitas hasta que éste cierre sus puertas al público, que será el 20 de abril del próximo año.

Con su última mudanza hasta la actual ubicación de la Nueva Scotland Yard, el museo quedó dividido en dos habitaciones, una que replica la versión original de una extensa exposición de armas datada de antes de 1900 con sus propietarios como serían Jack the Ripper o Charlie Peace, del cual encontramos un violín de su pertenencia en la exposición, y otra  que incluye lo recogido posteriormente, y que se encuentra dividida en ocho secciones, como son:

-          Asesinatos célebres
-          Envenenadores famosos o de renombre
-          Crímenes de policías
-          Atentados contra la realeza
-          Robo a bancos
-          Espionaje
-          Acoso
-          Rehenes y secuestros

También comentamos que las últimas noticias son que se abrirán otras partes en el museo, entre ellas una introductoria, una recreación del Museo del Crimen tal y como era cuando se fundó en el siglo XIX, y otra última  donde se analizarán 25 casos significativos.

Y finalmente, para  dejar buen sabor de boca, abrirán una última fase destinada al público para su reflexión y para escuchar testimonios que invitarán a pensar acerca de las causas del crimen, señala Hoffbrand.

Lamentablemente, todo este atractivo museo expuesto desde el 9 de octubre de este año, no permitió el acceso para cualquiera que no estuviese expresamente invitado.



 VISITA EL MUSEO DEL CRIMEN DE SCOTLAND YARD


Si se meten en el link, podrán acceder a la página web británica del museo. Según aseguran, se da preferencia de entrada a todo aquel que alegue la visita a motivos formativos. La misma ofrece un recorrido de 45 minutos de duración, breve pero intenso como se diría.

“La naturaleza del crimen cambia según cambia la naturaleza de la sociedad, pero en lo esencial muchas cosas se mantienen igual. Siempre hay autores, víctimas y policía. Los motivos  y el tipo de violencia  son también parecidos, así como el sufrimiento que se desencadena” Hewitt.




Marta López Ger
Estudiante de Criminología en la UCJC
Estudiante de Periodismo en la URJC
Blogger de páginas web de Criminología y Moda
Redactora en la Página Web “Criminología de estar por casa
Contacta mediante e-mail: martuchiger@gmail.com







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