Ayer asistí a una charla sobre las Habilidades Sociales que se
daba en la sede de la universidad en la que estudio. Una charla muy corta, a la
par que amena sobre los conceptos básicos de estas técnicas: qué son, sus
características, cómo, dónde y cuándo se aprenden y demás. Para mi sorpresa, el
punto álgido se dio al finalizar, cuando se abrió el turno de preguntas, al
descubrir las opiniones de algunos asistentes.
A veces, al generalizar, caemos en el error de pensar que es la
gente joven de estos "tiempos modernos" los que tienen un problema al
creer que el proceso de socialización de sus hijos debe recaer en la escuela,
que ellos son los responsables de la educación de los menores y que cualquier
fracaso convierte a las escuelas y, más concretamente, a los profesores en los
"culpables" de dicho fracaso. Pero cuando asistimos a eventos de este
calibre, vemos que generalizar no nos lleva a ninguna parte porque las
opiniones de nuestros "mayores" nos pueden dejar con la boca abierta.
De este modo, cabe destacar que no hablamos de un problema generacional, sino
más bien de un problema de desinformación y (como diría nuestro amigo Zygmunt
Bauman, del que algún día os hablaré con más detenimiento) de vivir en un mundo
líquido acomodándose en él.
Me impresionó que gente mayor PIDIERA que estas charlas sobre las habilidades sociales, que temas como el bullying o el ciberacoso, se impartieran en las escuelas para que los docentes tomaran conciencia de la problemática actual y que se pudiera atajar el problema de raíz en los centros educacionales. Os preguntaréis por qué me impresionó... no les quito parte de razón, las escuelas tienen un papel muy importante en el proceso de socialización de nuestros hijos y, aunque crea que les privan de desarrollar un pensamiento crítico y autónomo, DEBERÍAMOS SER NOSOTROS, como padres o familia en general, los que tomáramos las riendas de dicha socialización y otorgáramos a nuestros hijos esas herramientas necesarias para desarrollarse como individuos, siendo nosotros mismos los que aprendiéramos/ enseñáramos, porque no dejamos de ser los agentes principales en la socialización primaria y porque seremos nosotros los que acompañaremos a nuestro "pupilo" durante gran parte de su vida.
Estoy segura de que esos "padres" o
"abuelos" que asistieron ayer a la charla están de acuerdo, pero no
lograron expresarlo y ello da una imagen de transferencia de responsabilidades
(permitid mi expresión") "muy fea". Las escuelas están para ayudarnos,
no para hacer lo que a nosotros nos da cierta pereza.
Una profesora asistente, contestó de forma muy educada (algo que
yo no podría haber hecho tan bien, por eso callé) que ellos ya trabajan estos
temas desde que el niño es bien pequeño haciendo partícipes a los padres y, de
alguna forma, dejó entrever que si los padres participan (sorprendente saber
que aún hay que exigir a algún padre que diga hola, gracias y adiós) todo sería
mucho más fácil.
No quiero extenderme más en este tema porque es un post de opinión
sobre un hecho concreto y porque más adelante en otros posts intentaré dar mi
visión sobre temas similares, pero sí quisiera acabar con una especie de
reflexión para aquellos que piensan que el bullying es algo que está de moda:
"Lo que está de moda es la palabra que lo define, pero el bullying ha
existido siempre y siempre se han empleado mecanismos para acabar con él. No es
que ahora sea más difícil atajar el problema, es que las sociedades avanzan (no
sólo tecnológicamente) y nosotros debemos avanzar con ellas. No voy a decir que
es saludable, pero sí voy a decir que quizás sea necesario".
"Homo sum; humani nihil a me alienum puto" - Terencio ("Soy un hombre, nada humano me es ajeno")
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Angie Muñoz Mejías
Estudiante UOC de
Criminología
Contacto: anxineta@gmail.com
Twitter: @anxineta
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