Daniel Camargo Barbosa “La
Bestia de los
Manglares”
Daniel Camargo Barbosa
nació en Enero de 1930 en algún lugar de los Andes Colombianos. Su
infancia estuvo marcada por la muerte de su madre cuando él no tenía ni un año.
Su padre se volvió a casar, pero los problemas de fertilidad por parte de su
segunda esposa causaron muchos problemas a Camargo. Su madrastra tenía un
obsesivo e insatisfecho deseo de tener una hija pero su infertilidad no se lo
permitió, y esto le ocasionó trastornos mentales y un comportamiento poco
normal con el pequeño Camargo que fue víctima de ello, ya que lo vestía de
mujer frecuentemente y lo obligaba a ir de esa forma al colegio, donde todos se
burlaban de él. Incluso a veces lo castigaba atrozmente clavándole alfileres.
Su padre era alcohólico, violento y nada afectuoso. Su afán por el dinero lo
convirtió en una figura paterna muy distante, despótica y severa. Las pocas
veces que trataba con su hijo solía ser para propinarle brutales palizas
ayudado por el tío del niño.
De adulto se
casó con Alcira con la que tuvo dos hijos, pero la cual terminó abandonando por
Esperanza, una chica de 28 años con la que se hizo muchas ilusiones. Este sería
el detonante del lado criminal de Camargo, no sólo porque Esperanza no era
virgen sino que, además, sin que hubiera pasado mucho tiempo en su relación la
descubrió en la cama con otro hombre. La frustración, el dolor y la decepción llevó
a Camargo a obligar a Esperanza, utilizando la culpabilidad que ella sentía por
decepcionarlo, para que le ayudase en su plan de conseguir chicas jóvenes y
vírgenes.
Camargo justificó
sus acciones diciendo: “Por no encontrar
virgen a mi prometida, con la que me iba a casar. Yo no fui capaz de dejarla,
porque estaba locamente enamorado. Había momentos en que yo decía ‘Sí, yo la
dejo’, pero otros no era capaz, porque realmente estaba enamorado. Esto dio por
resultado que, como yo no había tenido experiencias con mujeres vírgenes, y al
mismo tiempo era incapaz de dejar a esa muchacha…yo acepté como lo más correcto
que ella me ayudara a conseguir unas chicas que estuvieran vírgenes”.
Cinco fueron
las violaciones que Camargo logró con la ayuda de Esperanza hasta que la quinta
víctima, apenas una niña, descubrió que había sido violada mientras dormía y
contó lo sucedido. La policía lo detuvo en 1968 y fue condenado a 5 años de
cárcel.
Tras ser
liberado, Camargo se dedicó a trabajar como vendedor ambulante de pantallas de
televisión, hasta que un día mientras pasaba frente a una escuela vio una niña
de 9 años de la que se volvió loco y decidió hacerla suya. Con engaños la llevó
a una zona poco transitada y allí la violó y la estranguló para evitar ser
delatado y luego, sin enterrarla, la dejó junto a las pantallas de televisión
que llevaba. Fue su primera violación con muerte. En esta ocasión fue condenado
a 25 años de prisión, de los cuales sólo cumplió 10 ya que consiguió escapar en
1984 llegando a orillas de Ecuador medio moribundo, hecho que hizo pensar
incluso a las autoridades que había muerto. A consecuencia de ello empezó a
cometer con total impunidad sus crímenes, y entre diciembre 1984 y febrero de
1986 una ola de terror sacudió Ecuador. Los cadáveres, desnudos y usualmente
desmembrados a machetazos, aparecían en lugares solitarios, apartados y
boscosos. Según las investigaciones, todas las víctimas eran chicas jóvenes,
muchas de ellas vírgenes y algunas tenían tan sólo ocho o nueve años.
En 1986 tras una inspección
rutinaria de la policía ecuatoriana se detuvo a un hombre de aspecto harapiento,
cincuentón, flaco y de piel morena. Los agentes descubrieron que, en la maleta
que llevaba, había numerosas prendas de ropa manchadas en sangre. En el
interrogatorio posterior, Camargo confesó la violación y asesinato de 71
víctimas. Después del juicio fue condenado a 16 años de cárcel. Camargo cumplió
parte de esta condena ya que fue asesinado por otro recluso, Giovanny Arcesio
Noguera Jaramillo, quien se dice que resultó ser el sobrino de una de sus
víctimas.
Existe una investigación detallada
de sus asesinatos en el libro “Los Monstruos en Colombia si Existen”
del antropólogo Esteban Cruz Niño, en ella se copia parte de su diario personal.
Cristina
Cañamares Gordillo
Estudiante
de Criminología UOC
Licenciada
en Derecho
Diplomada
en postgrado de Criminalística
Administradora
“criminología de estar por casa”
Contacto: cristinacg1980@hotmail.com
Webgrafía
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