lunes, 6 de julio de 2015

"Grandes asesinos de la historia: La Bestia de los Manglares"


Daniel Camargo Barbosa “La Bestia de los Manglares

Daniel Camargo Barbosa nació en Enero de 1930 en algún lugar de los Andes Colombianos. Su infancia estuvo marcada por la muerte de su madre cuando él no tenía ni un año. Su padre se volvió a casar, pero los problemas de fertilidad por parte de su segunda esposa causaron muchos problemas a Camargo. Su madrastra tenía un obsesivo e insatisfecho deseo de tener una hija pero su infertilidad no se lo permitió, y esto le ocasionó trastornos mentales y un comportamiento poco normal con el pequeño Camargo que fue víctima de ello, ya que lo vestía de mujer frecuentemente y lo obligaba a ir de esa forma al colegio, donde todos se burlaban de él. Incluso a veces lo castigaba atrozmente clavándole alfileres. Su padre era alcohólico, violento y nada afectuoso. Su afán por el dinero lo convirtió en una figura paterna muy distante, despótica y severa. Las pocas veces que trataba con su hijo solía ser para propinarle brutales palizas ayudado por el tío del niño.

 

De adulto se casó con Alcira con la que tuvo dos hijos, pero la cual terminó abandonando por Esperanza, una chica de 28 años con la que se hizo muchas ilusiones. Este sería el detonante del lado criminal de Camargo, no sólo porque Esperanza no era virgen sino que, además, sin que hubiera pasado mucho tiempo en su relación la descubrió en la cama con otro hombre. La frustración, el dolor y la decepción llevó a Camargo a obligar a Esperanza, utilizando la culpabilidad que ella sentía por decepcionarlo, para que le ayudase en su plan de conseguir chicas jóvenes y vírgenes. 



Camargo justificó sus acciones diciendo: “Por no encontrar virgen a mi prometida, con la que me iba a casar. Yo no fui capaz de dejarla, porque estaba locamente enamorado. Había momentos en que yo decía ‘Sí, yo la dejo’, pero otros no era capaz, porque realmente estaba enamorado. Esto dio por resultado que, como yo no había tenido experiencias con mujeres vírgenes, y al mismo tiempo era incapaz de dejar a esa muchacha…yo acepté como lo más correcto que ella me ayudara a conseguir unas chicas que estuvieran vírgenes”.

Cinco fueron las violaciones que Camargo logró con la ayuda de Esperanza hasta que la quinta víctima, apenas una niña, descubrió que había sido violada mientras dormía y contó lo sucedido. La policía lo detuvo en 1968 y fue condenado a 5 años de cárcel. 
  
Tras ser liberado, Camargo se dedicó a trabajar como vendedor ambulante de pantallas de televisión, hasta que un día mientras pasaba frente a una escuela vio una niña de 9 años de la que se volvió loco y decidió hacerla suya. Con engaños la llevó a una zona poco transitada y allí la violó y la estranguló para evitar ser delatado y luego, sin enterrarla, la dejó junto a las pantallas de televisión que llevaba. Fue su primera violación con muerte. En esta ocasión fue condenado a 25 años de prisión, de los cuales sólo cumplió 10 ya que consiguió escapar en 1984 llegando a orillas de Ecuador medio moribundo, hecho que hizo pensar incluso a las autoridades que había muerto. A consecuencia de ello empezó a cometer con total impunidad sus crímenes, y entre diciembre 1984 y febrero de 1986 una ola de terror sacudió Ecuador. Los cadáveres, desnudos y usualmente desmembrados a machetazos, aparecían en lugares solitarios, apartados y boscosos. Según las investigaciones, todas las víctimas eran chicas jóvenes, muchas de ellas vírgenes y algunas tenían tan sólo ocho o nueve años. 


En 1986 tras una inspección rutinaria de la policía ecuatoriana se detuvo a un hombre de aspecto harapiento, cincuentón, flaco y de piel morena. Los agentes descubrieron que, en la maleta que llevaba, había numerosas prendas de ropa manchadas en sangre. En el interrogatorio posterior, Camargo confesó la violación y asesinato de 71 víctimas. Después del juicio fue condenado a 16 años de cárcel. Camargo cumplió parte de esta condena ya que fue asesinado por otro recluso, Giovanny Arcesio Noguera Jaramillo, quien se dice que resultó ser el sobrino de una de sus víctimas. 

Existe una investigación detallada de sus asesinatos en el libro Los Monstruos en Colombia si Existen” del antropólogo Esteban Cruz Niño, en ella se copia parte de su diario personal.





Cristina Cañamares Gordillo
Estudiante de Criminología UOC
Licenciada en Derecho
Diplomada en postgrado de Criminalística
Administradora “criminología de estar por casa”






Webgrafía

No hay comentarios:

Publicar un comentario