miércoles, 1 de julio de 2015

Crimen Organizado



CRIMEN ORGANIZADO

¿Qué entendemos por crimen organizado?

Basándonos en el libro Crime.org de Luis de la Corte Ibáñez y Andrea Giménez-Salinas (2010) entendemos que el crimen organizado no es un tipo de delito en particular, sino una forma de cometer delitos caracterizados por dos condiciones: cierto nivel de planificación, y la participación conjunta y coordinada de varios individuos. 

Los atributos fundamentales de una organización son las siguientes (características): 

1.      Un conjunto de individuos o de grupos de individuos.
2.      Asociados entre sí para conseguir ciertos fines y objetivos.
3.      Que asumen y desempeñan una variedad de funciones o tareas diferencias.
4.      Que operan de forma coordinada y conforme a ciertas reglas.
5.      Que actúan con una cierta continuidad temporal.

Del mismo modo que los criminales organizados, los delincuentes convencionales como bien podrían ser las bandas juveniles o grupos terroristas, se caracterizan para tener un nivel de planificación, participación conjunta de dos o más individuos, y una coordinación entre los integrantes del grupo criminal, cabe diferenciar los delincuentes convencionales como el ladrón o violador, que actúan de forma individual y por un objetivo propio.

Ahora bien, hay que destacar que las bandas juveniles, no se motivan por un fin económico por medio de la corrupción o blanqueo de capital, más bien actúan por la propia financiación por medio del hurtos/robos y lucha de territorio, mientras que los grupos terroristas se fundamentan en ideales políticos, religiosos e ideológicos. 

Debemos aclarar que la organización criminal parte de una estructura coordinada de dos o más personas con diferentes roles y estatus, creada con el objetivo de obtener beneficios económicos o materiales por medio de la violencia, corrupción, blanqueo de capitales... haciendo uso de actividades ilícitas que ayuden a la organización criminal a perdurar en el tiempo. En cambio, el grupo terrorista todavía teniendo una estructura interna de más de dos personas y una perduración en el tiempo, sus objetivos son de carácter religioso, ideológico y/o político. Objetivos los cuales pretenden lograr por medio de actividades ilegales como por ejemplo, atentados, aunque en la mayoría de ocasiones los grupos terroristas logran una parte económica en sus actividades para la propia financiación, esto no deja de ser un paso como herramienta para lograr los objetivos de carácter “moral” (político, ideológico y/o religioso).

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el año 2000, estando en pleno debate sobre cuál podría considerarse como la mejor definición para cubrir el concepto crimen organizado, incluyó en el artículo 2 de la Convención sobre la Delincuencia Organizada que; 

- La delincuencia organizada es un grupo estructurado por tres o más personas que tienen como propósito durante un cierto tiempo actuar con el fin de cometer delitos con el objetivo de un beneficio económico u otro de tipo material. 




Aun siendo una definición más específica, esta ha sido criticada por varias razones, como por ejemplo; bien por el hecho de integrar un concepto numérico dado que establece que hablaríamos de un grupo partiendo de tres personas y, no integra actividades ilícitas comunes en los grupos de crimen organizado, como por ejemplo la violencia y corrupción con la cual actúan. Por estos motivos y otros, los autores del libro Crime.org, proponen como definición de Crimen Organizado partiendo que esta tiene una estrecha relación con el que sería la Asociación Criminal como;  

- Toda aquella organización que haya sido creada con el objetivo de obtener y acumular beneficios económicos por medio de actividades ilícitas que ayuden a su “supervivencia” y actividad continuada en el tiempo, funcionamiento y protección, haciendo uso de violencia, corrupción y blanqueo de capital u otras actividades que puedan esconderse detrás emprendidas legales.

Además de ello, la definición (aparte) plantea cuatro indicadores que son carácter obligatorio según la concepción de crimen organizado por el Consejo de Europa (2011);

Ø  Colaboración de dos o más personas
Ø  Objetivo: beneficio económico y de poder (actividades ilegales complementarias con negocios legales).
Ø   Permanencia en el tiempo
Ø   Comisión de delitos graves.

A lo que se suma, otros indicadores de carácter no obligatorio pero que pueden aparecer relacionados con las actividades del grupo criminal organizado; la coordinación de los miembros del grupo, existencia de una jerarquía y mecanismos de control, corrupción política, de justicia, medios de comunicación, actividad ámbito nacional/internacional, uso de violencia e intimidación como mecanismo para lograr objetivos, blanqueo de capitales...

¿La actividad de las organizaciones criminales afectan únicamente a los individuos con los que interactúa de forma directa? No, Ibañez y Salinas (2010) explican (entre otros factores) un seguido de daños provocados por el crimen organizado que creemos conveniente resaltar resumidamente; 

Repercusiones en la vida comunitaria.

La presencia y actuación de las organizaciones criminales suele exponer a la población juvenil a la posibilidad de ser reclutada  por miembros de estas organizaciones,  y a menudo genera también una especie de contagio, que se traduce en la emulación de conductas criminales y violentas.  

El tráfico de drogas suele provocar el deterioro físico, económico y social de la población adicta, lanzan a muchos de sus miembros a cometer delitos destinados a costear  su adicción.  De este modo, el crimen organizado actúa como un potencial multiplicador de la delincuencia a escala local, con el consiguiente perjuicio para la comunidad. 




Economía

Los negocios relacionados con el crimen organizado perjudican a la actividad empresarial y a los sistemas financieros, principalmente por lo relacionado al blanqueo de capital, evasión de impuestos, empresas tapaderas…

Las empresas tapadera tienen el fin de blanquear dinero que para seguir en activo, ofertan productos y servicios por debajo del precio de coste, o por incumplimiento de las regulaciones establecidas para la venta de determinados bienes, como el tabaco, alcohol o productos de marca, que se ofrecen en el mercado negro. 


Además, todas las prácticas mencionadas generan reducciones significativas en los índices de productividad de las empresas “victimizadas”, rebajan o eliminan la competitividad y desincentivan la actividad empresarial.

Por otro lado, diversos estudios demuestran que la combinación de altos índices de delincuencia, corrupción y violencia constituye una de los obstáculos más importantes para la actividad comercial y el desarrollo de nuevas iniciativas empresariales, la inversión extranjera y el turismo, un dato de gran relevancia, puesto que la tríada (delincuencia-corrupción-violencia) suele alcanzar sus índices máximos en lugares con fuerte presencia de organizaciones criminales. 

En la gobernabilidad y en el funcionamiento de las instituciones públicas

El efecto político más extendido es la pérdida de eficiencia en el funcionamiento de instituciones públicas, generalmente como consecuencia de la corrupción promovida a distintos niveles y en diferentes áreas para favorecer intereses privados.

De entrada, la impunidad de la que en ocasiones gozan las actividades ilegales relacionadas con la delincuencia organizada puede generar desconfianza ciudadana respecto del ordenamiento jurídico, lo cual alimenta un proceso de deslegitimación del sistema judicial en particular, y del sistema político en general.
 
 La extensión del crimen organizado; la medida del crimen.

Para calcular el volumen y la extensión del crimen organizado en un momento determinado lo razonable es tomar en consideración tres aspectos del fenómeno: la cantidad de grupos involucrados (junto con una serie de características internas, como el tamaño, rasgos organizativos, recursos disponibles …) los mercados ilegales y legal es de los que estos grupos obtienen sus beneficios y las actividades instrumentales que acompaña a sus negocios y que les son necesarias para su supervivencia (corrupción, violencia, blanqueo de capitales, …) pero tomar en consideración estos indicadores no es lo único que complica el conocimiento de la extensión y la gravedad del crimen organizado.



La extracción de datos es también problemáticas. Las fuentes de información más inmediatas son las que provienen de instancias policiales, judiciales y penitenciarias. Ahora bien, tienden a arrojar cifras dispares respectos a las cantidad de delitos o tipos detectados y registrados. CIFRA NEGRA. 


Patricia Ortiz Brunet
Estudiante Criminología UOC

Bibliografía

Información extraída del libro Crime.org
Corte Ibáñez, L; Jiménez-Salinas, A (2010): Crime.org: Evolución y claves de la delincuencia organizada. Editorial Ariel.



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