CRIMEN ORGANIZADO
¿Qué entendemos por crimen organizado?
Basándonos
en el libro Crime.org de Luis de la Corte Ibáñez y Andrea
Giménez-Salinas (2010) entendemos que el crimen organizado no es un tipo de delito en particular, sino una
forma de cometer delitos caracterizados por dos condiciones: cierto nivel de
planificación, y la participación conjunta y coordinada de varios
individuos.
Los
atributos fundamentales de una organización son las siguientes
(características):
2. Asociados entre sí para conseguir ciertos fines y objetivos.
3. Que asumen y desempeñan una variedad de funciones o tareas diferencias.
4. Que operan de forma coordinada y conforme a ciertas reglas.
5. Que actúan con una cierta continuidad temporal.
Del mismo modo que
los criminales organizados, los delincuentes convencionales como bien podrían
ser las bandas juveniles o grupos terroristas, se caracterizan para tener un
nivel de planificación, participación conjunta de dos o más individuos, y una
coordinación entre los integrantes del grupo criminal, cabe diferenciar los
delincuentes convencionales como el ladrón o violador, que actúan de forma
individual y por un objetivo propio.
Ahora bien, hay
que destacar que las bandas juveniles, no se motivan por un fin económico por
medio de la corrupción o blanqueo de capital, más bien actúan por la propia
financiación por medio del hurtos/robos y lucha de territorio, mientras que los
grupos terroristas se fundamentan en ideales políticos, religiosos e
ideológicos.
Debemos aclarar
que la organización criminal parte de una estructura coordinada de dos o más
personas con diferentes roles y estatus, creada con el objetivo de obtener
beneficios económicos o materiales por medio de la violencia, corrupción,
blanqueo de capitales... haciendo uso de actividades ilícitas que ayuden a la
organización criminal a perdurar en el tiempo. En cambio, el grupo terrorista
todavía teniendo una estructura interna de más de dos personas y una
perduración en el tiempo, sus objetivos son de carácter religioso, ideológico
y/o político. Objetivos los cuales pretenden lograr por medio de actividades
ilegales como por ejemplo, atentados, aunque en la mayoría de ocasiones los
grupos terroristas logran una parte económica en sus actividades para la propia
financiación, esto no deja de ser un paso como herramienta para lograr los
objetivos de carácter “moral” (político, ideológico y/o religioso).
La Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en el año 2000, estando en pleno debate sobre cuál
podría considerarse como la mejor definición para cubrir el concepto crimen organizado,
incluyó en el
artículo 2 de la Convención sobre la Delincuencia Organizada que;
- La delincuencia organizada es un grupo estructurado
por tres o más personas que tienen como propósito durante un cierto tiempo
actuar con el fin de cometer delitos con el objetivo de un beneficio económico
u otro de tipo material.
Aun siendo una
definición más específica, esta ha sido criticada por varias razones, como por
ejemplo; bien por el hecho de integrar un concepto numérico dado que establece
que hablaríamos de un grupo partiendo de tres personas y, no integra
actividades ilícitas comunes en los grupos de crimen organizado, como por
ejemplo la violencia y corrupción con la cual actúan. Por estos motivos y
otros, los autores del libro Crime.org,
proponen como definición de Crimen Organizado partiendo que esta tiene una
estrecha relación con el que sería la Asociación Criminal como;
- Toda aquella organización que haya sido creada con
el objetivo de obtener y acumular beneficios económicos por medio de
actividades ilícitas que ayuden a su “supervivencia” y actividad continuada en
el tiempo, funcionamiento y protección, haciendo uso de violencia, corrupción y
blanqueo de capital u otras actividades que puedan esconderse detrás
emprendidas legales.
Además de ello, la
definición (aparte) plantea cuatro indicadores
que son carácter obligatorio según la concepción de crimen organizado por el Consejo de Europa
(2011);
Ø Objetivo: beneficio económico y de poder (actividades ilegales complementarias con negocios legales).
Ø Permanencia en el tiempo
Ø Comisión de delitos graves.
A lo que se suma,
otros indicadores de carácter no obligatorio pero que pueden aparecer
relacionados con las actividades del grupo criminal organizado; la coordinación
de los miembros del grupo, existencia de una jerarquía y mecanismos de control,
corrupción política, de justicia, medios de comunicación, actividad ámbito
nacional/internacional, uso de violencia e intimidación como mecanismo para
lograr objetivos, blanqueo de capitales...
¿La actividad de
las organizaciones criminales afectan únicamente a los individuos con los que
interactúa de forma directa? No, Ibañez y Salinas (2010) explican (entre otros
factores) un seguido de daños provocados por el crimen organizado que creemos
conveniente resaltar resumidamente;
Repercusiones en la vida comunitaria.
La presencia y
actuación de las organizaciones criminales suele exponer a la población juvenil
a la posibilidad de ser reclutada por miembros de estas organizaciones,
y a menudo genera también una especie de contagio, que se traduce en la
emulación de conductas criminales y violentas.
El tráfico de
drogas suele provocar el deterioro físico, económico y social de la población
adicta, lanzan a muchos de sus miembros a cometer delitos destinados a costear
su adicción. De este modo, el crimen organizado actúa como un potencial
multiplicador de la delincuencia a escala local, con el consiguiente perjuicio
para la comunidad.
Economía
Los negocios
relacionados con el crimen organizado perjudican a la actividad empresarial y a
los sistemas financieros, principalmente por lo relacionado al blanqueo de
capital, evasión de impuestos, empresas tapaderas…
Las empresas
tapadera tienen el fin de blanquear dinero que para seguir en activo, ofertan
productos y servicios por debajo del precio de coste, o por incumplimiento de
las regulaciones establecidas para la venta de determinados bienes, como el
tabaco, alcohol o productos de marca, que se ofrecen en el mercado negro.
Además, todas las
prácticas mencionadas generan reducciones significativas en los índices de
productividad de las empresas “victimizadas”, rebajan o eliminan la
competitividad y desincentivan la actividad empresarial.
Por otro lado,
diversos estudios demuestran que la combinación de altos índices de
delincuencia, corrupción y violencia constituye una de los obstáculos más
importantes para la actividad comercial y el desarrollo de nuevas iniciativas
empresariales, la inversión extranjera y el turismo, un dato de gran
relevancia, puesto que la tríada (delincuencia-corrupción-violencia) suele
alcanzar sus índices máximos en lugares con fuerte presencia de organizaciones
criminales.
En la gobernabilidad y en el funcionamiento de las instituciones
públicas
El efecto político
más extendido es la pérdida de eficiencia en el funcionamiento de instituciones
públicas, generalmente como consecuencia de la corrupción promovida a distintos
niveles y en diferentes áreas para favorecer intereses privados.
De entrada, la
impunidad de la que en ocasiones gozan las actividades ilegales relacionadas
con la delincuencia organizada puede generar desconfianza ciudadana respecto
del ordenamiento jurídico, lo cual alimenta un proceso de deslegitimación del
sistema judicial en particular, y del sistema político en general.
La extensión
del crimen organizado; la medida del crimen.
Para calcular el
volumen y la extensión del crimen organizado en un momento determinado lo
razonable es tomar en consideración tres aspectos del fenómeno: la cantidad de
grupos involucrados (junto con una serie de características internas, como el
tamaño, rasgos organizativos, recursos disponibles …) los mercados ilegales y
legal es de los que estos grupos obtienen
sus beneficios y las actividades instrumentales que acompaña a sus negocios y
que les son necesarias para su supervivencia (corrupción, violencia, blanqueo
de capitales, …) pero tomar en consideración estos indicadores no es lo único
que complica el conocimiento de la extensión y la gravedad del crimen
organizado.
La extracción de
datos es también problemáticas. Las fuentes de información más inmediatas son
las que provienen de instancias policiales, judiciales y penitenciarias. Ahora
bien, tienden a arrojar cifras dispares respectos a las cantidad de delitos o
tipos detectados y registrados. CIFRA NEGRA.
Patricia Ortiz Brunet
Estudiante Criminología UOC
Bibliografía
- Corte Ibáñez, L; Jiménez-Salinas, A (2010): Crime.org: Evolución y claves de la delincuencia organizada. Editorial Ariel.
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