Según palabras de la OMS, podemos definir este
Síndrome como: “Episodio aleatorio,
aparentemente no provocado, de un
comportamiento asesino o destructor de los demás, seguido de amnesia y/o
agotamiento. A menudo acompañado de un viraje hacia un comportamiento
auto-destructivo, es decir, de causarse lesiones o amputaciones llegando hasta
el suicidio”.
Por tanto, podríamos decir que este
término psiquiátrico, acuñado en 1972 por el Doctor Joseph Westermeyer,
consistiría en una súbita explosión de rabia salvaje que hace que la persona
afectada ataque, hiera o mate indiscriminadamente a cualquier ser vivo que se
cruce en su camino, hasta que el sujeto pueda ser inmovilizado o se suicide.
La palabra Amok proviene del vocablo
malayo “meng-amôk”, que significa atacar y matar con ira ciega (fue en aquel
país, dónde se observó este comportamiento por primera vez). Pese a la
antigüedad del término definido, podemos encontrar varios ejemplos actuales y
algún que otro nombre que nos será conocido. Aunque en su definición NO se nos
muestra como un hecho premeditado, es curioso, como la mayoría de estudiosos de
las masacres más famosas de los últimos tiempos, han mencionado este síndrome
para poder dar un nombre al comportamiento de quien/quienes las perpetra/n:
- 14/12/2012
Escuela de Primaria Sandy Hook Newtown, Connecticut. ADAM LANZA, disparó y mató a 27 personas (7 adultos + 20 niños) y
después se suicidó.
- 07/04/2011
Escuela Pública Municipal Tasso da Silveira, Rio de Janeiro. Un ex - estudiante
asesina a 12 niños y luego se suicida.
- 11/03/2009
Winneden (Alemania) Escuela Secundaria de esta población, Tim Kretzschmer arrebata la
vida de 16 personas.
- 15/12/2007 Masacre de Wesroads Mall (Omaha, Nebraska)
- 16/04/2007
Masacre de Virginia Tech (32 muertos
+ 29 heridos)
Y así constan innumerables
referencias, incluso la famosa masacre de Columbine
en el 99.
A simple vista, este tipo de
comportamientos podría ser comparable al de los BERSERKER vikingos, guerreros que entraban en combate bajo
una especie de trance psicótico, insensibles al dolor y que, además, en la
mayoría de ocasiones no llegaban a distinguir entre amigos y enemigos acabando
con todo aquello que se atreviera a interponerse en su camino.
En realidad, estudiosos de la materia,
lo comparan con el TEI (Trastorno Explosivo Intermitente), recogido el DSM-IV
TR y definido como comportamiento caracterizado por expresiones extremas de
enfado, a menudo hasta el punto de rabia incontrolada, que son
desproporcionadas respecto a las circunstancias en que se producen. Se cataloga
dentro de los trastornos del control de impulsos junto a la cleptomanía,
piromanía, tricotilomanía y la ludopatía.
Parece ser que su único tratamiento
inmediato consiste en la contención del paciente y su absoluto control físico.
Muchas personas que a lo largo de su infancia, y también parte de su
adolescencia, se vieron expuestas a sufrir una escalada de hostigamientos por
parte de personas abusivas durante un prolongado periodo de tiempo, acumulan
tensión por diversas causas como preocupación, desolación y hasta depresión
moderada. Como es el caso de muchos asesinos masivos. Por tanto, la única
explicación encontrada hasta el momento para este fenómeno es que es una
secuela del hostigamiento e intimidación que puede haber dejado huella en
ellos. Aunque también puede verse ligado a la demencia.
En la actualidad, ha ido en aumento
por la extrema difusión mediática y el efecto imitación (recordamos el artículo
sobre el efecto Copycat, una vez más). Además podríamos considerar que se está
convirtiendo en un fenómeno global a causa de la anomia existente y esa
frustración por no poder satisfacer las exigencias del entorno.
Referencia
y recomendación:
En 2004, la exatleta, escritora y profesora Ines Geipel, publicó su obra “El
síndrome de Amok o la Escuela
de la Muerte”,
donde analiza 5 casos de asesinos de este tipo y desvela sus mecanismos
internos.
Angie Muñoz
Estudiante Criminología UOC
Contacto: anxineta@gmail.com
Referencias:
No hay comentarios:
Publicar un comentario