lunes, 29 de febrero de 2016

Grandes Asesinos de la Historia: El mito de Drácula



 
Si hablamos de Drácula a todos nos viene a la cabeza ese personaje asociado a un vampiro sádico pero refinado y romántico, que se alimenta de sangre fresca de los cuellos de jóvenes y que regresa de las tinieblas para deambular eternamente por la noche de todos los tiempos. 

Muchas son las historias que se han escrito y films que se han creado alrededor de este personaje, pero... ¿Qué tiene de cierto? ¿Quién fue realmente el famoso Drácula?


Vayamos por pasos y empecemos por el principio...




 
Vlad III, también conocido como Vlad Tepes: El Empalador, era el nombre de la persona que se convirtió en el famoso personaje de Drácula, fue real aunque algo diferente de lo que nos han contado.

Lo que la historia nos narra es que no mordía cuellos ni se bebía la sangre de sus víctimas, pero no por eso fue ningún angelito. Fue un tirano y un cruel guerrero, pero no un vampiro.

Fue  príncipe de Valaquia (un territorio de la actual Rumanía) y vivió en el siglo XV aterrorizando a sus súbditos con asesinatos en masa. Se cree que liquidó a más de 100.000 personas (aprox. el 20% de la población) y que disfrutaba viendo como morían lentamente con multitud de métodos de torturas, como por ejemplo: amputación de miembros, narices y orejas; la extracción de ojos con ganchos calientes al rojo vivo; el estrangulamiento, la hoguera, la castración, el desollamiento,  el vaciado de ojos, la parrilla y la lenta destrucción de pechos y genitales, especialmente de las mujeres. Y por su puesto los empalamientos, de donde le viene su siniestro apodo.
 
Ese sadismo le vino de herencia ya que fue el primogénito del príncipe Vlad, apodado Dracul (diablo) por su crueldad y sangre fría.
 
En aquella época el territorio rumano estaba hostigado por el Imperio Otomano y por los húngaros, y en el interior por nobles que luchaban entre sí.
 
Vlad fue entregado a los turcos por su padre, que eran aliados en contra de los húngaros, y fue criado por el sultán Murat II. Con el apoyo de éste, Vlad subió al trono de Valaquia en 1448 tras el asesinato de su padre. Una vez obtenido el poder, el joven mostró que no era fiel a nadie y decidió cambiar de bando al estrechar relaciones con Iancu y enfrentarse a los otomanos.
 
Tenía un ejército muy reducido y ello le llevó a utilizar técnicas de guerrillas como tierra quemada, envenenamiento de los pozos de agua y el enviar enfermos de tuberculosis a los campamentos enemigos.

No sólo aplicaba crueldad a los enemigos de guerra sino también a aquellas ciudades donde no lo reconocían como su príncipe o las que no le querían pagar el tributo.  Realizó ejecuciones por empalamiento de hombres, mujeres y niños, como en los casos de Brasov y Sibiu, ambas ciudades habitadas por colonos alemanes que no querían comerciar con él.

Con eso inició su carrera de brutales masacres, entre las que se le atribuyen el exterminio de 100.000 personas entre 1456 y 1462. Existen hechos detallados en documentos y grabados de la época, que ponen de manifiesto su gusto por la sangre y el empalamiento, por lo que se le apodó “Tepes” que significa empalador, en rumano.

Otra de sus atroces actuaciones ocurrió cuando la población se quejaba de los continuos robos que sufrían por parte de ladrones en sus territorios, además de los pobres, que según Vlad no aportaban nada al país. Para erradicar este problema, propuso un gran festín en una gran casa de las afueras de las ciudades para pobres, ladrones, tullidos, leprosos, enfermos y pordioseros, donde no faltó ni comida ni bebida. Cuando estuvieron todos ya borrachos de comida y vino apareció Vlad y su guardia, ordenando a sus soldados que cerraran todas las puertas de la casa y prendieran fuego sobre ella. Nadie quedó con vida. Eliminó la pobreza acabando con los pobres. Acción que se fue repitiendo con todos los mendigos en cada comarca de su principado. Llegaron a morir 3.600.

Otra de sus masacres más destacadas fue su venganza contra los boyanos, que fueron los asesinos de su padre y hermano mayor. Para ello organizó una cena de Pascua en 1459 invitando a los boyardos, pidiéndoles a estos que se pusieran sus mejores galas, cena que se convirtió en una de los acontecimientos de empalamiento más masivo. Una vez habían terminado todos de cenar, Vlad ordenó empalar a los más viejos, mientras que a los jóvenes les obligó a ir en una larguísima caminata hasta un castillo en ruinas en Targoviste, los que no murieron por el camino fueron obligados a construir el castillo de “Drácula”. Forzados a levantar el castillo, iban muriendo de cansancio y agotamiento ante el deleite del Empalador.




La forma más común que tenía, Vlad, de realizar los empalamientos era con formas geométricas, sobretodo una serie de anillos concéntricos de empalados alrededor de las ciudades. La altitud de la estaca indicaba el rango que la víctima había tenido en vida. Normalmente los dejaba pudriéndose durante meses, originando así un horrible olor de carne descompuesta en el ambiente.

Después, se negó a pagar el tributo a los turcos y se alzó contra ellos, planteando a Mehmet II una guerra que trajo en jaque al Imperio Otomano. Sin embargo, los turcos acabaron invadiendo Valaquia y Vlad huyó a Hungría para conseguir protección, pero allí encontró el rechazo del rey que decidió encarcelarlo durante 12 años. Durante esta etapa aplacó su sadismo empalando ratones y pajarillos, hasta su liberación en 1475 cuando regresó al trono de Valaquia, que había sido ocupado por su hermano Radu el Hermoso. 

La última lucha que se le conoce fue contra los turcos en la batalla de Vaslui junto a las tropas del príncipe Esteban Bathory. En 1476, murió asesinado en una emboscada, probablemente por sus propios soldados, que entregaron su cabeza a los turcos. El trofeo fue colgado de una estaca en el centro de Estambul.

El lugar oficial de su entierro es el monasterio de Snagov, cerca de Bucarest. El misterio rodea esta tumba, en la cual se observan inscripciones y retratos de él. De una excavación que se realizó en 1931 se tienen dos versiones: una es la de una tumba vacía y la otra es que se encontró un cuerpo sin cabeza con ropajes lujosos.

¿De dónde viene entonces el mito de Drácula?

El origen etimológico del término “drácula” obedecería a la palabra draco (dragón), emblema de su blasón familiar, ya que su padre Vlad II pertenecía a la Orden del Dragón, fundada en el siglo XV para luchar contra el invasor turco. Pero dado que “drac” significa, diablo en rumano, también podría ser “hijo del demonio”, ya que su padre se ganó el sobrenombre de “diablo” por sus oscuras maniobras políticas y su sangre fría. Pero a pesar de todo ello nunca se le relacionó con el mito del vampiro.

¿Entonces de donde sale esa relación?

Fue el escritor irlandés Bram Stoker quien le convirtió en protagonista de su novela Drácula. Y es aquí donde empieza la leyenda. El motivo del por que dicho escritor lo escogió a él no se sabe al 100% ¿Fue sólo un capricho del literato? ¿O hubo algún dato fundamental que el escritor nos ocultó?

Hay quien dice que fue por la existencia de Elizabeth Bathóry1, pariente lejana de Vlad que vivió en el siglo XVII y recibió el apodo de “la condesa sangrienta” porque acostumbraba a degollar muchachas vírgenes para bañarse en su sangre, en la creencia de que así prolongaría su vida y juventud eternamente.

Pero el motivo más extendido y obvio es que la novela de Stoker se ambientara en los Cárpatos de Transilvania ya que fue un territorio donde durante la Edad Media se difundió la leyenda sobre seres capaces de sobrevivir a la muerte a base de succionar la sangre de los vivos durante la noche. Y esa zona, el único personaje histórico con un perfil psicopático, brutal y maligno, que le convertía en un candidato natural al vampirismo era Vlad Tepes.

Aun se conserva la casa donde nació y en Bucarest hay un documento que da fe del nacimiento de este personaje.

Se conserva en buen estado también el castillo donde vivió, el que todavía posee un aire de misterio, con algunas habitaciones hechas dentro de la piedra que rodea el lugar, mobiliario original usado por Vlad y con escaleras en espiral que no conducen a ninguna parte.


Documental

Si os interesa saber más sobre este personaje os dejo un enlace sobre un documental: https://www.youtube.com/watch?v=JUFudHcPmn8


Cristina Cañamares Gordillo
Estudiante de Criminología UOC
Licenciada en Derecho
Diplomada en postgrado de Criminalística
Coadministradora “criminología de estar por casa”
Notas

1.-  En el artículo publicado el 12 de octubre de 2015 en el Blog, os hablé de la “Condesa Sangrienta” aquí os dejo el enlace por si os interesa saber más sobre ella. http://www.criminologiadeestarporcasa.blogspot.com.es/2015/10/grandes-asesinos-de-la-historia.html

Referencias

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