miércoles, 13 de enero de 2016

EL COMPLEJO DE EDIPO DESDE UN PUNTO DE VISTA PSICOLÓGICO




De manera universal podemos definir este fenómeno como complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores.
 
El Complejo de Edipo fue estudiado por el padre del psicoanálisis y el subconsciente, Freud; basándose así en un mito de origen griego para la definición del concepto. La mitología griega habla del momento en el cual dio lugar el nacimiento de Edipo; cuando esto ocurrió, el padre, el Rey Layo, acudió al Oráculo para visualizar el futuro del niño, el cual predijo que el niño sería la mano ejecutora que llevaría a cabo su muerte y desposaría a su madre. El padre, en un desesperado intento de prevenir lo que se avecinaba, ordena matar a la criatura. El plan falla estrepitosamente dando lugar la huida del niño y el cumplimiento de la profecía años después. 

La mayoría de los psicólogos, haciendo especial hincapié en Freud, describen el complejo de Edipo como una etapa del desarrollo del niño y resulta fundamental en la configuración psíquica del sujeto. 

 
Bajo el mismo concepto, y con posterioridad, Carl Jung desarrolló un concepto similar pero distinto en parte, el Complejo de Electra, la contrapartida al de Edipo, definiéndolo como la atracción sexual inconsciente que siente una niña hacia su padre. En este caso, nos encontramos con una lucha conceptual entre grandes psicólogos, ya que Freud no compartía la conceptualización definitoria del término escogido por Jung, ya que él consideraba la sexualidad femenina de una forma totalmente distinta y aplicaba el Complejo de Edipo de la misma manera a niños y a niñas, de una manera más neutral para llegar a ambos géneros. 

Respecto a esta controversia, muchos fueron los que se opusieron, en su mayoría psicólogos, a la universalidad del término de Freud; sobre todo a su aplicación a ambos sexos. Entre ellos encontramos a la psicoanalista alemana Karen Horney y al antropólogo británico Bronislaw Malinowski. 

Jacques Lacan hace una lectura diferente del concepto freudiano y lo reconstruye otro valor esencial. Lacan destaca que Freud se basó en un mito, es decir no en un hecho, sino en una ficción, en algo que ocurre no en la esfera de lo real sino en el ámbito de lo simbólico, es decir. Para Lacan el padre que juega un papel en el complejo de Edipo no es un padre real, sino que es una función: la función paterna, un lugar en la estructura que puede ser ocupado por otros representantes, no necesariamente el padre real.

Por lo que podemos reconocer que ha habido a lo largo de la historia, y habrá, mucha controversia respecto a lo que Freud determinó como el Complejo de Edipo.

Para el tratamiento de este fenómeno, el Complejo de Edipo debe ser eliminado, de una manera u otra, para permitir el desarrollo sano y natural del niño; pero cuando este complejo se dirige al inconsciente, entra en acción otro complejo, el de castración en esta ocasión, donde se atribuye el cercenamiento del pene a la niña. El niño siente un miedo patológico de sufrir la castración como castigo por un sentimiento sexual hacia la madre. En la niña este proceso será mucho menor ya que, ante la ausencia de pene, no tendrá el miedo de castración, creará un proceso interno psicológico de negación. 

En la niña, Freud describe que se da la percepción del clítoris como pequeño pene, con perspectivas de que crezca, pero al asumir que las mujeres grandes lo poseen, cree que ha sido castrada. El super yo se instaura como resultado del amedrentamiento externo y la educación. Se acerca al padre sustituyendo a la madre. Simbólicamente, su complejo culmina con el deseo de recibir un hijo de su padre, estas nociones permanecen en el inconsciente como base para la futura función sexual.




El Complejo de Edipo se presenta ante el niño mediante dos vías:
-          Activa: Sustituir con su madre el lugar que ocupa su padre.
-          Pasiva: Ser amado por el padre. Hacerse querer por esa figura familiar.

CONSECUENCIAS DEL COMPLEJO DE EDIPO
Lo más usual es que el Complejo de Edipo tenga consecuencias tanto a corto plazo como a largo plazo para el pequeño. Su comportamiento a corto plazo puede dar lugar a una conducta acaparadora, tratando así de llamar la atención de la madre en una constante competición con el padre. Los progenitores o padres, deberán reconocer que se trata de una etapa natural del desarrollo, por lo que ha de tenerse como algo transitorio que se supera con el tiempo. No se debe mostrar mayor atención ni preocupación.
Cuando la pareja está bien avenida, el complejo de Edipo no va a propiciar mayores problemas, más allá que el de tener que adaptarse al nuevo comportamiento del pequeño, procurando no criticarle ni juzgarle, sabiendo que es algo temporal y que el niño sólo se rige por unos sentimientos infantiles, que se superan cuando éste madura, sin mayores consecuencias.
En cambio, cuando existen problemas dentro de la pareja, con desavenencias conyugales, con discusiones frecuentes, el nuevo comportamiento del hijo no va a hacer sino agravar dicha situación, donde el pequeño va a tratar de aliarse con la madre en contra del padre, acentuándose sus sentimientos positivos y negativos, procurando poner todos los medios para evitar que se arregle la situación.
En ocasiones la madre no se da cuenta del incremento de la atención y los halagos por parte del crío, considerándolos una expresión más de cariño, y es el padre quien suele detectar las malas maneras con que es recibido por el niño cuando llega a casa, o por su continuo comportamiento desafiante, sea como fuere, cuando se ve cambiar a peor, es adecuado conocer si tu hijo precisa de ayuda terapéutica al respecto.
Cuando un especialista detecta la presencia del complejo de Edipo pone en sobre aviso a los padres para que puedan ser conscientes de lo que le pasa al niño, que a pesar de no ser un trastorno y por tanto no precisar de tratamiento alguno, si es necesario saber afrontar los cambios de conducta positivos y negativos que va a ir mostrando, procurando que el padre no se sienta dolido por el rechazo que le exprese su hijo.

¿CÓMO TRATAR EL COMPLEJO DE EDIPO?
Como ya sabemos, el Complejo de Edipo forma parte del aprendizaje y del desarrollo psicosexual del niño, es algo que debemos tratar como algo natural. El menor, si así lo hacemos, abandonará poco a poco este fenómeno, avanzando así hacia la adolescencia y madurez finalmente de forma completamente normal. El padre dejará de ser para él una amenaza y se convertirá en un modelo a seguir, acercándose poco a poco a él, y acabará en un proceso de identificación con él y generando un respeto respecto a la figura que representa en el hogar.
Por lo que normalmente se recomienda que al ver alarmas evolutivas como más acercamiento amoroso hacia la madre, malas caras o evitación hacia el padre… etcétera, se debe llevar con total tranquilidad, teniendo la seguridad de que pasado un tiempo este fenómeno desaparecerá sin dejar secuela alguna en el pequeño.
Únicamente cuando el menor se muestre demasiado alterado por la situación, de manera que se vuelva insoportable, con rabietas constantes y gritos ante el padre, o que no deje salir a la madre sola a ningún sitio sin él, ni siquiera dejarla que hable con otras personas por celos, o bien si se producen pesadillas reiterativas, es cuando es necesario prestar más atención. En estos casos de complejo de Edipo estas son algunas soluciones y consejos que se pueden llevar a cabo[1]:
·         Evitar manifestaciones de cariño entre la pareja en presencia del pequeño que puedan incrementar sus celos.
·         Procurar dedicar suficiente tiempo al pequeño, para que no se sienta desplazado en su cariño.
·         Permitir que tenga momentos de esparcimiento con el padre, de forma que este se convierta en fuente de diversión y ocio, con el que compensar los sentimientos propios del complejo.
·         Evitar criticar, juzgar o burlarse de las actitudes y comportamientos propiciados por el complejo de Edipo en el pequeño, ya que este lo ve como algo normal, aunque para el adulto pueda parecer raro o absurdo.
·         Evitar competiciones por la atención de la madre, repartiendo esta su tiempo entre ambos, de forma que no se incentiven los sentimientos negativos hacia el padre.

Echando un vistazo a la historia del crimen, a los psicópatas seriales, podemos encontrar múltiples casos que podían haberse evitado o reducido con un buen tratamiento hacia su Complejo de Edipo. Uno de los mejores ejemplos con el que se podría comparar es Edgar Gein. Tras ser capturado y psicoanalizado, sus psiquiatras comenzaron a considerar las posibles razones de su comportamiento patológico. Finalmente llegaron a la conclusión de que Gein estaba enamorado de su madre y que, a raíz de su muerte, se obsesionó en buscar a alguien que hiciese de sustituto, pues se encontró un inmenso parecido físico entre su madre y las víctimas del psicópata. De niño buscaba el amor de su madre obsesivamente, el cual le era negado una y otra vez, por lo que en su mente se desarrolló una nueva personalidad en la que su madre era objeto de odio y desprecio.
También otro de los ejemplos de los psicópatas más conocidos con el Complejo de Edipo es Harold Shipman. Médico de profesión, asesinó a centenares de pacientes, todas ellas mujeres mayores, envenenadas con morfina. Shipman era necrófilo y sufría de un complejo de Edipo no superado, el revivía la muerte de su madre, consumida por cáncer en 1963, en cada una de sus víctimas. 



Marta López Ger
Estudiante de Criminología en la UCJC
Estudiante de Periodismo en la URJC
Blogger de páginas web de Criminología y Moda
Redactora en la Página Web “Criminología de estar por casa
Contacta mediante e-mail: martuchiger@gmail.com






                                                                                                                                                              


[1] Extracto sacado de la página web www.webconsultas.com, página médica y psiquiátrica dedicada a la salud mental, a la psicología y sintomatología tanto de menores como de adultos.

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