¿Por qué delinquen las mujeres? de Ruth Alvarado
La evidente exclusión de la mujer de la esfera públiva y las funciones sociales que le son asignadas ha dejado su huella por omisión en una lamentable ausencia de estudios que sirvan como referencia a un análisis histórico de su comportamiento criminal, quedando éste condicionado por una doble posición social, como mujer y como delincuente, una marginación específica dentro de otra genérica.
Y aunque delincuencia femenina ha habido desde los orígenes de la humanidad, debido a su escasa importancia numérica en relación al varón y al trato de que la mujer delincuente ha sido objeto, no se ha prestado hasta ahora atención histórica al modo de criminalidad femenina, quedando esta disfrazada bajo una anormalidad institucionalmente legitimada, y es que tan lejos quedaba el delito femenino de su consideración legal que era frecuente que en delitos cometidos por mujeres que no comportaban una notoria gravedad (homicidios) o evidente alteración pública (delitos contra la honestidad) la propia justicia dejaba frecuentemente en manos del marido, padre o hermano la ejecución del castigo y ella prefería cerrar los ojos.
Todo esto ha provocado un supuesto olvido en el estudio de la criminalidad femenina, tanto a nivel teórico como en la práctica de las investigaciones científicas dentro del campo de las ciencias penales.
Actualmente se aprecia una notoria importancia e interés en la investigación y estudio sobre la mujer y la mayoría tiene como objetivo primordial un conocimiento más exhaustivo y profundo de las desigualdades que todavía hoy padece la mujer, sin embargo este renovado interés no ha llegado a las prisiones porque la encarcelación femenina, minoritaria y desconocida, nunca ha despertado sino un interés moderado entre los investigadores y los profesionales, enmarcando su estudio en las investigaciones sobre los hombres encarcelados.
Pero esta práctica no es actual y las presas son olvidadas e indocumentadas por la historia, haciendo difícil seguir su pista en los textos penales y penitenciarios como si el muro de invisibilidad que siempre ha generado y siguen generando en torno suyo las prisiones, hubiera tenido su reflejo en el campo de los estudios académicos y sociales, confluyendo de esta manera dos grandes vectores de olvido en la historia: las prisiones y las mujeres.
Ruth Alvarado, doctora en Sociología y especializada en desviación social y género. Nos muestra en ¿Por qué delinquen las mujeres? la recopilación y crítica de (la escasa) bibliografía histórica existe en el ámbito de la delincuencia femenina.
Patricia Martín Gª
Estudiante de
Criminología UNIR
Técnica Salud Ambiental
Representante de SIEC
@PatriMG_Crimi
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